En nuestra vida todo es color. Pero ¿qué es el color? Con
el paso de las investigaciones y descubrimientos, se han podido crear diversos
conceptos acerca de lo que es el color. Uno de esos conceptos es el siguiente: el
color es una sensación que percibimos gracias a la existencia y naturaleza de
la luz y a la capacidad de nuestros órganos visuales para trasmitir dichas
sensaciones al cerebro. La luz se divide en longitudes de onda. Las ondas visibles son
aquellas cuya longitud de onda está entre los 400 y los 700
nanómetros.
Isaac Newton (1641-1727), físico y filósofo inglés,
fue quien tuvo las primeras evidencias de que el color no existe. Encerrado
en una pieza oscura, Newton dejó pasar un pequeño haz de luz a través de un
orificio e interceptó esa luz con un pequeño cristal y el rayo se descompuso en colores. Así que la luz es color.
Así, pudo establecer que la luz blanca, está
formada por "trozos" de luz de colores, y que cuando esa luz choca
con algún cuerpo, éste absorbe alguno de dichos trozos y refleja otros. Los
colores reflejados son los que percibimos con nuestro sentido de la vista.
En la retina del ojo hay dos tipos de células
diferentes llamadas bastones y conos. Los bastones y conos del órgano
de la vista están organizados en grupos de tres elementos sensibles, cada uno
destinado a cada color primario del espectro.
Hay aprox. 6 millones de conos en nuestra retina, y son
sensibles a una amplia gama de brillo. Los tres tipos diferentes de
conos son sensibles a longitudes de onda corta, media y larga,
respectivamente. Los conos se activan con los niveles altos de luz y nos
permiten ver el color y detalles directamente en frente de nosotros. Se
pueden adaptar a una amplia variedad de colores y niveles de
iluminación, pero no funcionan bien con poca luz.
Nuestros 125 millones de bastones de la retina son usados solamente
con luz tenue, y son monocromáticos, por lo tanto sólo perciben el blanco y negro. Los bastones cuentan para la visión periférica
nocturna, pero no permiten ver bien cuando estamos mirando de
frente.
Para percibir una imagen, nuestros ojos pasan por todo un proceso: La luz desde un objeto externo es refractada moviéndose a través de
la córnea, moviéndose luego hacia la pupila, la cual es controlada por
el iris. La luz es nuevamente refractada por el cristalino, el cual
proyecta una imagen invertida en la retina. Allí, es absorbida por pigmentos en células
fotosensibles, llamados conos y bastones. Estos fotoreceptores
convierten la luz (fotones) en signos electroquímicos, los cuales son
procesados por circuitos neuronales en la retina y transmitidos al
cerebro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario